Por: Yanio Concepción
En el Siglo XX hay referentes morales y políticos de la sociedad dominicana que nunca se deben olvidar, para la gloria nacional.
Uno de ellos es el profesor Juan Bosch, nacido en la ciudad primera de América, hijo de un honorable constructor y agricultor español llamado don Juan Gabiño y esposo de doña Vicenta Cintrón de Gabiño quienes se trasladaron desde de Puerto Rico hacia La Vega, fue el primer Presidente vegano, con un mandato constitucional iniciado desde el 27 del febrero del 1963 y terminado abruptamente por el funesto golpe de estado del 25 de septiembre del 1963.
Bosch fue un activo organizador de movimiento revolucionario de la lucha por la democracia y un mejor país que se involucro en la tarea de derrocar al yugo represivo de la tiranía trujillista desde el 1939, lucha que le llevó a involucrarse en los planes de la expedición de Cayo Confite, ya en 1943 encabezada por ilustre vegano José Horacio Rodríguez.
Como parte de esa lucha por la democracia, regresa al país tan pronto las condiciones políticas lo permiten, tras el derrocamiento de Trujillo y participa el 5 de julio del 1961 ganando la primera elecciones libres de la República Dominicana llevado en la boleta del Partido Revolucionario Dominicano, que en un breve ejerció del poder del gobierno democrático-liberal que abrió el camino a la libertad del pueblo dominicano.
Como personaje de la historia dominicana fue el fundador de las dos más grandes escuelas políticas y se consagró como un intelectual prolífico, humanista y figura progresista de acontecer político dominicano, con una labor creativa en la narrativa del cuento, al punto de ser hoy objeto de estudio en cátedras internacionales.
Se torna imperativo que durante el curso del Siglo XXI se recuerde su obra literaria y política, con el respeto y la dignidad que merece.
Estamos proponiendo la creación del Museo Nacional Juan Bosch, a ser instalado en una de las casas de La Vega, donde hizo vida activa en su niñez, provincia que le acogió desde sus primeros años y donde tuvo la formación que le orientó tanto a la literatura como a la acción social.
Un Museo Nacional que sirva a la niñez, la juventud y el pueblo en general para conocer los cuentos mas importantes, los pasajes de su vida, su producción literaria en torno al pueblo dominicano.
Un museo para que podamos encontrar “Camino Real, cuento como “Los amos”, el encarecimiento mundo del agua, “Dos pesos de agua”, cuanta plegaria para la subsistencia, “El Algarobo” propio de una verdadera comunidad que hay que salvar en su honor como hombre que amaba el campo y los campesinos, cuentos como “Forzados”, “La desgracia” como signo vigente y pendiente de resolver en la democracia liberal, “La mancha indeleble” cuanta acumulación, “La mujer”, un personaje que nos mucha agua que beber a los dominicanos, “Luis Pie”, entre otros cuentos que recrean una realidad de la vida y vigente.
Hacer honor con un museo para el Profesor Juan Bosch Gabiño digno ejemplo de la defensa de los derechos humanos y la democracia liberal por su fecunda obra política, literaria y humanista un museo para el primer presidente vegano en la casa que vivió en la ciudad de La Vega.
La ciudad culta del Profesor Juan Bosch se merece un museo para el Primer Presidente Vegano.
YC