Por: Yanio Concepción
En la vida se vive o se deja de vivir el tiempo pasa como quiera, lo hacemos o no hacemos es parte de responsabilidad, saber compartir, servir y refugiarse en Dios son situaciones del hombre en esta tierra.
El líder debe servir a las personas para que sus necesidades legítimas se satisfagan y así lleguen a los niveles más altos de motivación de la gente.
El líder debe manejar el éxito, la familia soporte principal del control emocional en desarrollo del líder, comprometido en sabe equilibrar el trabajo, seguidores, familia y sociedad.
Un líder sólo puede ejercer autoridad moral y ética cuando logra que le tengan confianza. La confianza es la razón por la que los líderes se someten a cuestionamientos. El líder debe actuar según lo que dice, y según los principios de la conciencia moral. La inteligencia espiritual es nuestra fuente de orientación. Nos permite distinguir los verdaderos principios morales, más allá de nuestro ego, por lo tanto, es la que nos permite ejercer la autoridad moral, que es la influencia del líder.
El liderazgo es el arte de influir sobre la gente para que trabaje con entusiasmo en la consecución de objetivos en pro del bien común. Servir es la función principal y esencial que debe cumplir un líder. El servir nos hace crecer como personas; nos sentimos mejor porque salimos de nuestra naturaleza egocéntrica; reconocemos que no estamos solos en el mundo y nos damos cuenta que nuestra felicidad también depende de la felicidad del prójimo.
Los líderes servidores deben estar comprometidos. No son espectadores ni simples titulares de cargo. Su responsabilidad de liderazgo lo es de largo plazo. Los líderes servidores son dadores, no tomadores. Promueven la diversidad, reconociendo que las diferencias de las personas pueden reforzar el grupo.
Los líderes servidores deben ser impulsados por los valores y estar orientados a buenos y mejores resultados. Los resultados de un líder servidor se medirán más allá del lugar de trabajo y su historia se contará en la vida modificada de los demás.
Por último, el líder de una organización internacional del futuro necesitará también una amplia experiencia en liderar y gestionar una amplia gama de funciones con crecientes niveles de responsabilidad en campos tales como servir a gran número de personas, desplegar grandes y diversas plantillas de personal y administrar presupuestos complejos.
Un buen líder nos enseña que dirigir, servir a los demás, porque un buen líder está pendiente de seguidores para atender a sus legítimas necesidades, ayudarles a cumplir sus aspiraciones y aprovechar sus capacidades al máximo.
YC