Por: Yanio Concepcion
Los acontecimientos que están impactando por la propagación del coronavirus en el mundo, nos cambia el accionar social y económico, los países están adoptando medidas extremas de seguridad sanitaria inesperada, lo cual obliga a la población a respetar ciertas normas de conducta social y personal ante esta crisis que amenaza la sanidad.
Primero la salud, es una obligación de estado, proteger la población, ante esta pandemia, que no cuenta aún con una vacuna a la vista, medidas como cuarentena de comunidades afectadas, reducción del tránsito aéreo, terrestre y marítimos es de urgencia para los países, a fin de evitar la propagación del covib-19.
El coronavirus debe ser tomarlo muy en serio, porque se multiplica en corto tiempo, tal como indica la Organización Mundial de la Salud (OMS): La pandemia del coronavirus es “la crisis sanitaria mundial definitoria de nuestro tiempo”. Al referirse al tema el director de la OMS señaló que “los días, las semanas y los meses que vienen serán una prueba de nuestra determinación, una prueba de nuestra confianza en la ciencia y una prueba de solidaridad”, vaticinó Tedros Adhanom Ghebreyesus.
El Estado y los ciudadanos debemos acatar medidas de circulación social, aglomeraciones públicas, mantener las distancias al contacto con las personas, tener el cuidado al toser que debe ser hacia el codo; medidas prevención de salud que son drásticas para contrarrestar el covib-19. Los países, están formulando llamados de alertas comunitarias y la emergencia debe ser de carácter nacional, porque “La pandemia de coronavirus o covid -19 se puede controlar, no permitamos que el miedo se convierta en viral”.
La OMS ha definido para los Estados, cuatro niveles de prevención y ejecución del covid-19:
- Preparación: Todos los países tienen áreas que no han sido afectadas y tienen la oportunidad de mantenerlas limpias de la infección, preparando a la población y teniendo listas sus instalaciones de salud.
- Detección, prevención y tratamiento: No se puede combatir un virus si no se sabe dónde está. Esto quiere decir que se debe fortalecer el monitoreo para encontrar, aislar, hacer exámenes y tratar todos los casos. Esta es la manera de romper las cadenas de transmisión.
- Reducción y supresión: Para salvar vidas debemos reducir la transmisión, y para lograrlo hay que encontrar y aislar tantos casos como sea posible y poner en cuarentena a sus contactos más cercanos. De esta forma, aunque no se pueda detener la transmisión se puede disminuir y, consecuentemente, proteger las instalaciones de salud, los asilos de ancianos y otras áreas vulnerables. Esto siempre y cuando se haya hecho la prueba a todos los casos sospechosos.
- Innovación y mejora. El covid-19 es un virus nuevo que plantea un nuevo escenario. Todos estamos aprendiendo y tenemos que encontrar nuevas formas de prevenir las infecciones, salvar vidas y minimizar el impacto. Todos los países tienen experiencias para compartir.
Pese a la gravedad de la advertencia de la OMS, algunos países no están encarando esta amenaza con el nivel de compromiso político que hace falta para controlarla.
La salud primero en las personas, esto nos exige un cambio de vida, así lo expresa Organización Mundial de Salud (OMS), entidad que subrayó que sin pruebas específicas para detectar el coronavirus en el organismo no se podrá garantizar el aislamiento de los infectados ni se logrará romper la cadena de los contagios.
En Republica Dominicana, cuya economía está íntimamente en dependencia con actividades de servicios, como el turismo, remesas y el comercio internacional de intercambio con Estados Unidos en primer lugar, socio con el cual efectuamos casi 80% declarado de emergencia nacional, nuestra situación se puede poner más crítica, sino actuamos con responsabilidad en tomar todas las medidas de prevención.
Se debe conocer cómo vamos a enfrentar la política de Estado y respetarla la situación sanitaria, apoyo a los más pobres, con alternativa de asistencia económica desde el Gobierno Dominicano, entre otras medidas de emergencia nacional, por aire, mar y tierra, con la gravedad de nuestro vecino Haití, el país más pobre del hemisferio y con el cual al mismo tiempo tenemos una estrecha relación de comercio y de trabajadores que residen en nuestro país.
La salud de las personas, como prioridad para enfrentar esta terrible pandemia.