Por: Yanio Concepción
Por su sensibilidad ecológica, su ubicación en la vertiente norte de la Cordillera Central, su posición dentro del segundo corredor biológico más importante de la República Dominicana, con casi 500 especies botánicas con una o dos especies por género e increíblemente con la mitad de las familias de vegetales de toda la Isla La Española (98 de 201); Loma Miranda se enmarca dentro de una inmensa alfombra de pinos endémicos (Pinus occidentalis)y de múltiples asociaciones ecológicas, donde se destacan el bosque mixto, bosques latifoliados (hojas anchas), bosques de galería y bosques nublados que dan lugar a una de las redes hídricas más profusas del territorio nacional; provocando además, notables cambios en el patrón de distribución de los vientos y de las lluvias.
Loma Miranda representa una extremidad de la Cordillera Central, la que a su vez es la columna vertebral de la República. Es tal su riqueza hídrica que sus fuentes de agua, amén de su potencial ecoturístico, educativo y recreativo, sirven de sustento para el desarrollo de la agricultura del principal centro de producción agrícola de República Dominicana, el Valle de La Vega Real. De allí se alimenta la Presa de Rincón y se abastece de agua potable San Francisco de Macorís, Salcedo, El Pino, Rincón, Jima, Fantino, Ranchito y decenas de comunidades a través del acueducto central Rincón–Macorís. Todo el bienestar y las riquezas naturales de los pueblos del Cibao Centro-oriental, desde La Vega hasta Nagua y desde Bonao hasta Samaná, están asociadas al sistema Yuna-Camú, en cuyo centro se ubica Loma Miranda. Esta rica montaña corre el riesgo de que sus aguas sean contaminadas con sal de cromo y otros metales pesados que atentarán contra la calidad de vida y la salud humana. Con estas aguas se irrigan unas 122,000 tareas de tierra cultivadas de arroz principalmente.
Todos estos bienes, valores y servicios ambientales confluyen en un espacio natural de aproximadamente 30 kilómetros cuadrados que la Academia de Ciencias de República Dominicana ha evaluado positivamente para que sea declarado en la categoría II (parque nacional) de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN).
De esta manera se crearía el Parque Nacional Loma Miranda, con el propósito primario de conservar su enorme riqueza biológica, proteger sus múltiples fuentes acuíferas, la Presa de Rincón, la calidad de las aguas de consumo humano, el desarrollo agrícola y ecoturístico en aquellos escenarios especialmente hermosos de balnearios, saltos y cortinas de agua, así como en aquellos paisajes de belleza impresionante de los pinares y las hermosas vistas de los Valles de Bonao y La Vega Real.
YC
Fuente de consulta:
Escrito boletín “La Huella Ecológica y Social de la Minería” publicado por la Academia de Ciencias de República Dominicana