Los cambios mágicos que el país espera

Los cambios mágicos que el país espera

Por: Yanio C. Concepción

En un cerrar y abrir de ojos el pueblo dominicano espera un cambio mágico como de una lámpara de Aladino. El pueblo iluso espera que sus dirigentes políticos no hagan fraude ni trampa en las elecciones. Los últimos acontecimientos en los partidos políticos, la demora en el Congreso Nacional de la ley que pretende aprobar el Parque Nacional Loma Miranda, el plan de regularización que establece la declaración de nacimiento sin considerar la condición legal de los padres, las palabras del presidente Danilo Medina, cuando ratificó “el compromiso de desarrollar una administración eficaz y transparente como establece la Estrategia Nacional de Desarrollo” en un encuentro bilateral con el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy envían mensajes contradictorios a la población.
La declaración del Ing. Miguel Maldonado proclamándose ganador de la convención de su partido, las expresiones de que “lo mejor está por llegar” de Ministros del Gobierno, aspirantes a la presidencia, ha revestido el pueblo de la paciencia de Job. El pueblo espera que, en algún momento, por un efecto mágico, los dominicanos que dirigen el espectro público y privado del país cambien el rumbo de la historia.
El presidente Danilo Medina, en una de sus visitas dominicales, reconoció que “Nadie puede vivir con un sueldo de RD$5,000, RD$6,000, RD$7,000 ni RD$8,000”. Aseguró que “el Gobierno realiza esfuerzos para que la gente tenga ingresos permanentes y pueda superar la pobreza”. Añadió que “la gente vive detrás de un empleo público. Eso no deja nada, tener un empleo público de RD$5,000 y RD$6,000 es condenarse a vivir siempre en la pobreza”. Mientras, el pueblo espera un cambio en la conducta de sus líderes acorde al empeño y a las metas del Presidente.
Los empresarios y una fracción del sector público se oponen a un aumento de salario en el Comité Nacional de Salario que debate este tema por más de dos años. Los trabajadores, por su parte, luchan para lograr un sueldo digno.

Mientras la población, consciente de los sueldos lujosos de sus líderes políticos y empresariales que se cobijan bajo la sombrilla de la corrupción y de la evasión de impuestos, espera un cambio milagroso, con sueldos míseros que solo alcanzan para malvivir.

Soñar no cuesta nada. Nos han mantenido engañados por mucho tiempo. Es el cuento de nunca acabar donde cambian algunos personajes pero la historia sigue inalterable. El pueblo tiene que despertar de su sueño y dejar de esperar un final feliz. El pueblo es quien debe cambiar para que cambie el rumbo de la nación. A los líderes del país no les interesa ni les conviene un cambio. El estado actual les garantiza su riqueza y su poder. El genio de Aladino no resolverá el status quo de nuestro país. Necesitamos armarnos de coraje y hacer que las cosas sucedan, no solo esperar que sucedan.