Por: Yanio Concepcion
Lacera profundamente el alma nacional, el hecho de que amplios segmentos de la población, los partidos políticos, la prensa nacional, asociaciones empresariales, aspirantes a la Presidencia de la Republica y al Congreso Nacional, no se hagan eco de propuestas y exigencias ante la crisis ambiental y de las soluciones de mitigación y resarcimiento del pasivo ambiental acumulado a través de las diversas vertientes de infracciones y delitos de naturaleza ambiental; en un momento en que nuestros los países se verán precisados a resguardar en sus recursos naturales, para asegurar a su población un ecosistema sostenible y un régimen alimentario y ambiental a largo plazo.
En la celebración del 5 de junio dedicado al Día Mundial del Medio Ambiente, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) dedica el año 2020 al tema de la biodiversidad, con motivo de la preocupación tanto urgente como existencial. No obstante, han ocurrido eventos de ecocidios recientes, tales como los graves incendios en varios botaderos de desechos sólidos urbanos en Republica Dominicana, así como fuegos forestales sin precedentes en Brasil, California y Australia, la invasión de langostas en el cuerno de África y ahora la pandemia de COVID-19, son acontecimientos que demuestran la relación de dependencia mutua entre los humanos y las redes de la vida en las que residimos. La naturaleza nos está enviando un mensaje.
La crisis del agua se ha profundizado en el transcurso del tiempo, aparentemente esto no ha servido para escarmentar a las autoridades y a la población, como tenemos el compromiso del cumplimiento del Objetivo No. 6 de los ODS, que es “garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento, para todos”. Esteobjetivo puede alcanzarse mediante la aplicación de cuatro principios: 1) separar el agua potable de las aguas residuales; 2) facilitar el acceso al agua potable y tratarla para eliminar contaminantes químicos y biológicos; 3) proteger y recuperar los ecosistemas de agua dulce; y 4) salvaguardar el acceso al agua y el derecho al uso del agua.
Ya se nos olvida la reciente crisis del agua que sufrimos en el año 2019, a pesar de los presagios con el impacto del cambio climático, siendo un país altamente vulnerable, continua en derroche de agua, las indisciplinas sociales, inconsciencia en el uso racional del preciado liquido, consumidores sin control desde el Estado, en fin, falta de racionalidad.
Al respecto la ONU cita que “el agua está en el epicentro del desarrollo sostenible y es fundamental para el desarrollo socioeconómico, la energía y la producción de alimentos, los ecosistemas saludables y para la supervivencia misma de los seres humanos. El agua también forma parte crucial de la adaptación al cambio climático, y es el vínculo crucial entre la sociedad y el medioambiente”.
Son muchos los porqué defender nuestras montañas y la madre de las aguas, como es la Cordillera Central y Loma Miranda, ante la demanda de las empresas procesadoras de agua e industrias gaseosas e industrias, siendo el agua una cuestión de derecho humano fundamental, a medida que crece la población, esta genera una necesidad creciente de conciliar la competencia entre las demandas comerciales de los recursos hídricos, para que las comunidades tengan lo suficiente para satisfacer sus necesidades, como apunta la Organización Mundial de la Salud (OMS) “la escasez de agua ya afecta a cuatro de cada 10 personas’’.
En respuesta a los organismos internacionales, el preciado líquido hay que protegerlo, porque el 90% de los desastres naturales están relacionados con el agua (UNISDR), el 80% de las aguas residuales retornan al ecosistema sin ser tratadas o reutilizadas (UNESCO, 2017) y Alrededor de dos tercios de los ríos transfronterizos del mundo no tienen un marco de gestión cooperativa (SIWI), 2,1 billones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura (OMS/UNICEF 2017) y la agricultura representa el 70% de la extracción mundial de agua (FAO).
Retomando el tema del día mundial del medio ambiente, la biodiversidad en la República Dominicana, reportan un registro de 201 familias, 1,284 géneros, y unas 6,000 especies vasculares, una de las más ricas del Caribe, con unas 2,050 las especies endémicas, equivalentes al 34% del total en la Isla, 6,000 especies de plantas vasculares y su riqueza faunística la componen aves, invertebrados, anfibios, reptiles y mamíferos.
El país que es uno de los más vulnerables del mundo al cambio climático, ha tenido un deterioro ambiental grave, esto nos obliga a definir políticas estatales y actualizar las leyes vigentes al marco de la Constitución, ante la ausencia de voluntad política a nivel de Estado, un liderazgo empresarial y político con mentalidad carroñera, depredadora y espoliadora, a lo cual se agrega la irresponsabilidad de los legisladores que tienen engavetado el proyecto de ley de agua, ordenamiento territorial y modificación de la ley minera, deambulando en comisiones en el Congreso Nacional, desde hace 20 años sin solución de aprobación, por los intereses particulares entre empresarios, grupos económicos oligárquicos y políticos, colocando los intereses de grupos económicos por encima de la Nación y a Dios que reparta suerte.
Los principales responsables de la aplicación de la Ley de Medio Ambiente son el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, los Ayuntamientos y el Estado en su conjunto, que deben velar por cuidar las áreas protegidas y áreas verdes en cada proyecto residencial, y los concejales y legisladores que pocas veces asumen una postura en defensa del medio ambiente para asegurar la sostenibilidad y racionalidad nacional.
En medio del Covid-19 la ONU celebra el 5 de junio Día Mundial del Medio Ambiente, haciendo un llamado, como el objetivo de sensibilizar a la población mundial en relación con temas ambientales, intensificando además la acción política. Pero independientemente de la acción política de los países, debe ser la propia población la principal interesada en respetar y que se respete el medio ambiente.
Algo tenemos que hacer y pronto, para cuidar, respetar y proteger el medio ambiente, asumiendo responsabilidad social, exigiendo a los políticos, legisladores y concejales que asuma el debido respeto a las leyes, que nos lleve a todos en un verdadero ordenamiento territorial, y exigir el cumplimiento, y las actuaciones de un ministerio publico coherente con sus deberes.
En medio del aislamiento social y territorial que nos ha impuesto el coronavirus, el cual nos ha cambiado la movilidad social, la decisión más adecuada es la que se respetemos nuestros recursos naturales, los ecosistemas y rescatemos las cuencas hidrográficas, para salvaguardar las fuentes de producción de agua para poder satisfacer la demanda y necesidades.
Ningún país está libre del impacto mundial del cambio climático, por la avaricia en la explotación de los recursos naturales, el mundo está quebrado ante la voracidad del dinero, el fracaso de las políticas neoliberales de globalización, cada país está buscando la sostenibilidad económica y ambiental.
La vida nos demanda a todos mejor forma de vivir en un ambiente sostenible, uso racional de la tecnología, los esfuerzos del Día Mundial del Medio Ambiente se centran en motivar a las personas y comunidades para que se conviertan en agentes activos del desarrollo sostenible y en el cambio de actitud hacia los temas ambientales.
Cuidar de la contaminación del agua, suelo y aire, y la biodiversidad, es un papel fundamental de las autoridades y la población, para contener nuestra salud, cada día debemos conectar las personas con la naturaleza, para una vida más sana y sostenible. El año 2020 tenemos un llamado a proteger la biodiversidad, ya que la misma juega un papel fundamental en el equilibro natural de los seres viviente en toda la Tierra, sin ella la salud humana queda comprometida. Agua limpia, aire puro, alimentos nutritivos, todo ello depende absolutamente de la biodiversidad.
Repensemos el mundo que queremos ante el deterioro del medio ambiente, al ritmo de “matrix que es un ambiente de relación entre cosas y sucesos creado y controlado artificialmente. Una importante característica de matrix es que en ella incluso las personas son consideradas “cosas”, no somos objetos artificiales, somos seres vivientes, defender nuestro origen planetario, para vivir felices en nuestro país que amamos cuidando la Madre de las Aguas.
Hablar de la sostenibilidad ambiental como país, es asumir juntos, sociedad y autoridades, las sanciones correspondientes para los violadores consuetudinarios, devastadores sin castigo histórico por los crímenes ecológicos. Es tiempo de crear la cultural ambiental sostenible y de respeto a las leyes ambientales.
Los acontecimientos nacionales con los incendios de los vertederos a cielo abierto, nos debe llamar a la reflexión como país, que poca cosa se han hecho en la remediación ambiental, y esto deja evidenciada la falta de voluntad del Estado, generando un desorden mayúsculo acumulado en el país, con un gran impacto en la salud pública, el descontrol de los desechos sólidos y residuales, ameritan de una justicia responsable en las sanciones y castigos, para la protección de la población en la administración local y nacional.
La ONU, nos invita a “salvaguardar los espacios silvestres, a los educadores, a inspirar a los estudiantes a vivir en armonía con la Tierra; y a los jóvenes a que se conviertan en audaces guardianes de un futuro verde.
Yanio Concepcion
Presidente-Ejecutivo Cooperativa Vega Real