Editorial Radio Santa María
Miércoles, 14 de agosto, 2013
La Independencia Nacional, proclamada el 27 de febrero de 1844, marcó la historia republicana. El 16 de agosto de 1863 dio tránsito a la restauración que bautizó el nuevo camino dominicano por hombres heroicos y valientes que forjaron la nueva dominicanidad. El 16 de agosto del 2013, el presidente Danilo Medina inaugura un nuevo estilo de gobernar que da pie a construir la tercera República Dominicana. Nuestro país, en sus poco diferenciados gobiernos, ha estado plagado de impunidad, corrupción y falta de justicia social y ha transgredido históricamente la simple práctica de cumplir sus propias leyes.
Establecer la Tercera República Dominicana es cuestión de cómo queramos ver la vida y nuestro destino político, social y económico, donde los seres humanos no queden divididos en simples cronoscopios como diría el escritor Julio Cortázar, con esperanza y deseos de vivir en una patria libre de injusticia social.
Al parecer, el Lic. Danilo Medina quiere crear una Tercera República teniendo como recurso el Banco Solidario y como estrategia su visita dominical a comunidades que necesitan la mano amiga para organizar su proyecto de forma colectiva. Estas inversiones en colectivos comunitarios es una fórmula esencial del cooperativismo dominicano que muy bien podría estar apoyando esta visión presidencial.
Danilo Medina se ha ganado legítimamente una gran popularidad nacional e internacional por ser un hombre transparente, sencillo, bondadoso. El Presidente saluda a todos por igual, se sienta en cualquier silla, come en cualquier campo, brinca los charcos y cruza los alambres en una cerca. Esta conducta humilde lo ha llevado a 91% de popularidad hasta agosto del 2013.
Cuando Danilo Medina fue proclamado Presidente de la República, afirmó que haría una obra de gobierno como nunca se había hecho, y “…sin tirar piedras hacia atrás…” ¿Qué significa esto para la Tercera República plagada aun de miseria y pobreza? Su misión de “hacer lo que nunca se ha hecho”, la ha cumplido a cabalidad durante su primer año de gobierno. Respecto a “corregir lo que está mal y continuar lo que está bien”, falta mucho por hacer.
Una Tercera República demanda cooperativizar esta misión presidencial no solo en su parte creativa (hacer), sino y sobre todo en la correctiva (corregir) y de seguimiento (continuar). Estos últimos requieren un cambio profundo y radical de mentalidad en la idiosincrasia dominicana que tomara varias generaciones para hacerse realidad.
Abrir un ciclo para la Tercera República necesita de hombres dignos, capaces, visionarios y responsables del destino de millones de dominicanos que aspiramos a vivir una verdadera justicia social, donde se respeten las leyes y el Estado Social y de Derecho Democrático. Así rezaría nuestra Tercera República: “Vivir feliz para hacer felices a los demás”.
¡Manos a la obra!, señor Presidente. Siga adelante con su visión de gobierno y deje a un lado los partidos y las personas que han defraudado el espíritu democrático y que ya no representan el pueblo. ¡Este es el momento para construir la Tercera República¡
YC