LA REALIDAD DE LOMA MIRANDA: Vida Futura o Muerte Prematura

LA REALIDAD DE LOMA MIRANDA: Vida Futura o Muerte Prematura

Por: Yanio C. Concepción
Al parecer las autoridades se mantendrán haciendo mutis, en su cómplice silencio ante la ambición desmedida de explotación minera a cielo abierto en la Reserva Natural Loma Miranda, dejando una secuela de miseria y pobreza, ante la mirada indiferente de quienes están al frente del Estado Dominicano.
Las finanzas estatales están sumidas en una crisis económica que estimula la búsqueda desesperante de recursos, aunque para ello tenga que causar la muerte y extinción de la rica biodiversidad que alberga Loma Miranda.


Es paradójico e irónico que los ejecutivos de una empresa ”famosa” por la explotación minera a cielo abierto, que ha depredado los ecosistemas de una amplia extensión de la provincia Monseñor Nouel y de Loma Ortega, La Vega haya publicado en el Listín Diario que el “…área que bordea el afluente del Rio Jaguey ha sido declarada zona protegida por la empresa”  y que espera que se formalice este estatus en el Ministerio de Medio Ambiente que es el organismo competente por ley para determinar las áreas protegidas de esta media Isla.
Semejante despropósito es solo un síntoma de la falta de coordinación entre las instituciones estatales como la Dirección General de Minería, el Ministerio de Medio Ambiente, el Congreso Nacional y el Poder Ejecutivo. Temas tan básicos como el Ordenamiento Territorial Dominicano de los 48,442 Kmque registra la cartografía nacional todavía es tarea pendiente del Estado Dominicano. A todo esto, el Presidente sigue disertando en foros internacionales y llevando un discurso seudoambientalista con la consigna ¨la alimentación va primero¨, mientras aquí, con su aprobación se estén extinguiendo las fuentes hidrográficas, y por ende, amenazando la producción alimenticia.
Como el cuento de nunca acabar la empresa multinacional Falcondo Xstrata Nickel, según sus ejecutivos, pretende destruir el único pulmón existente en el Cibao Central, la única montaña ¨atrapa nubes¨, que captura carbono y filtra la contaminación. Una extensión de un contrato que hace mas de 40 años esquivan revisar, ni permiten que nadie lo conozca, es el secreto mejor guardado entre esta compañía y el Estado Dominicano. La soberanía por la que nuestros patriotas Duarte, Sánchez, Mella, Luperón, Juan Bosch, Manolo, Minerva y Caamaño se jugaron la vida, a dónde se ha ido? Quién nos la secuestró?
El mismo efectismo mediático y mentirosa fanfarronería que utilizaron para explotar Loma Ortega, esta otra vez comprando la conciencia pública: sus operaciones can a generar más de US$625 millones en 20 años, van a pagar impuestos, van a generar 257 empleos. Con estos artificios quieren extraer a cielo abierto más de 20 mil toneladas de materiales de nickel de nuestras montañas. Estas riquezas valen más debajo de la tierra, por el bien de la humanidad, porque la vida no tiene precio. El agua, el aire, la flora y fauna no tienen precio.
Con la destrucción de nuestros recursos no renovables y esperando sin piedad la remediación que nunca se realiza se nos ha implando un corredor de la muerte. El Estado dominicano irresponsable nunca cuenta con los recursos económicos ni técnicos y mucho menos con el poder gerencial  para impedir o condicionar a las compañías que hacen la explotación minera a cielo abierto.
La megaminería es el cuento de nunca acabar.  Estos emporios trasnacionales callan y compran la conciencia en todas partes del mundo, pagan a políticos corruptos, engañan a una población carente de información y conocimientos sobre el grave impacto ambiental a corto, mediano y largo plazo, de la explotación minera a cielo abierto. Las implicaciones en cuanto al cambio climático y el calentamiento global son maquilladas para conseguir la aprobación. Tenemos que enfrentar con dureza el pesimismo que cobardes, rendidos y pusilánimes siempre han tenido en el horizonte en los diversos escenarios ante el llamado de la Patria Dominicana.
La remediación del pasivo ambiental en la historia de República Dominicana ha sido desastroso, siendo una de las principales preocupaciones de las concesiones mineras realizadas por el Estado Dominicano. En el caso de Loma Miranda no será la excepción, con el nivel de contaminación que ha provocado esta compañía, con la expulsión del polvillo de minerales que circulan en el aire, cuantificándose más de 21 minerales según el estudio realizado por el Dr. Ambibiola Ambiola de la Universidad de Old Cole de Canadá, así como la experiencia desarrollada en Cuba por el Centro de Investigaciones Sociológicas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente. Según el estudio de “La Actividad Minera en La Vega y las Percepciones Socioambientales y de Riesgo de la Población”, realizado por la Lic. Lilian Núñez Moreno, Lic. Viviana Togores, Dra. Gisela  Ángel Sierra y Lic. Natalia Rodríguez, en enero del 2009, sobre el impacto negativo en la población que vive alrededor de la explotación minera, concluyendo los factores de vulnerabilidad para estas comunidades.
Teniendo la “existencia de un nivel de percepción del riesgo medio-baja ante la exposición a la contaminación tecnológica de la actividad minera a cielo abierto”, que una “pequeña minoría tiene una idea más o menos completa de lo que implica convivir con la actividad de extracción de minerales”, que alrededor de una cuarta parte tiene alguna noción de los peligros a que está expuesta la comunidad, pero no alcanza a representarse con toda exactitud”, que un segmento considerable no puede emitir juicios o valoración o no puede responder y que lo coloca en una situación de desventaja ante los riesgos naturales y sociales locales.
Ante esta problemática desconociendo de la población afectada por la explotación minera a cielo abierto, la compañía juega el papel de mantener confundida a la población, secuestrando un nivel de desinformación de la población sobre la actividad minera que circunda en sus distintas fases de: Prospección, explotación y trasportación, ante un Estado que no asume su rol sobre la defensa de la población mas vulnerable.
Se manifiesta una escasa actualización sobre los índices de salud de la población asentada en comunidades cercanas a las áreas mineras, que profundiza la situación de la población, acarreando la poca participación de las comunidades mas expuestas a la actividad minera en el diseño de estrategias que ayuden a mitigar los impactos naturales y sociales. Es indiscutible que la situación presentada, muestra la “baja conciencia auto transformativa y poca visibilizacion de posibilidad de desarrollo endógeno de la población”.
A ciencia cierta sabemos que la contaminación que podría provocar en el nacimiento de decena de arroyos, manantiales y los afluentes del Rio Jagüey es enorme en el nivel del subsuelo y las infiltraciones de las aguas subterráneas que afectan el caudal que impacta las fuentes acuíferas de la zona que desembocan en la Presa de Rincón, La Vega. Con la sedimentación, igual el aire de la zona, causando enfermedades respiratorias por la remoción de la capa vegetal, para extraer el mineral que enturbia las aguas, como tal es caso de Loma Ortega a cielo abierto si ningún tipo de filtro.
¡Basta ya de mentiras y engaños! Nuestros recursos naturales son del pueblo dominicano. El agua, el aire y la vida no tienen precio. Nuestros derechos constitucionales deben ser asegurados por el Estado Dominicano, tal y como lo estipula nuestra Constitución en el Artículo 67 sobre la “Protección del Medio Ambiente”. “Constituyen deberes del Estado prevenir la contaminación, proteger y mantener el medio ambiente en provecho de las presentes y futuras generaciones. En el pueblo soberano residen todos los poderes, los cuales deben ejercer por medio de sus representantes o en forma directa, en los términos que establece  la Constitución y las leyes…. Loma Miranda es parte de una propuesta del mismo pueblo que exige que este único pulmón sea convertido en una Reserva Natural por el Estado Dominicano, el gobierno de la ciudad de La Vega, y cada ciudadano que debe proteger la vida y los recursos naturales que la sustentan.
Hay que seguir luchando por crear las condiciones para el monitoreo del estado de salud de la población cercana a los yacimientos mineros, seguir potenciando las labores de concertación entre los actores locales que defienden el medio ambiente y la vida. Al mismo tiempo se deben lograr mayores niveles de incorporación de las comunidades en los procesos de toma decisiones, diseño, evaluación y control que aseguren la sostenibilidad del medio ambiente y el desarrollo, con mejor conservación ambiental y el respeto de los derechos sociales de los pobladores.
Ante las concesiones mineras que están afectando la vida y la casa grande que son los ecosistemas, tenemos que implementar e incrementar acciones de educación, encaminadas a elevar la conciencia ambiental y la cultura de de prevención y mitigación de efectos negativos.
Ante la complicidad e indolencia del Estado, debemos denunciar valiente y públicamente nuestro desacuerdo con la explotación minera a cielo abierto. “Loma Miranda tiene dolientes! ¡Loma Miranda debe ser declarada íntegramente como una reserva natural!
YC.