La Poli crisis, ¿Qué rumbo seguir?

La Poli crisis, ¿Qué rumbo seguir?

Por: Yanio Concepción

En toda economía en evolución, con ejes estratégicos definidos a mediano y largo plazo, y afincados en la continuidad de estado, donde prevalezcan valores a seguir, asumir los postulados de los organismos financieros podría evitar que nos lleven como corderos al corral, en medio del tránsito de una crisis internacional.

Es momento de accionar y evitar la quietud ante la incertidumbre en la economía, tecnología, sistema alimentario, los fenómenos de crisis internacional y a los riesgos que se expone la sociedad en general. El nuevo concepto de policrisis que abarca situación ambiental, económica y geopolítica de las grandes potencias, es un llamado a reflexionar y una motivación para diseñar acciones y agenciar dichos desafíos oportunamente.

Lo más pernicioso en un país es mantenerse en una campaña política permanente, sin miramientos sobre cómo enfrentar una policrisis, y en adición a esto vemos como grandes organizaciones solo pretenden resolver y satisfacer sus necesidades, con los recursos de otros y sin pensar en el bienestar de los demás. Ver cómo los ajustes de los bajos salarios impactan la población que enfrentan las múltiples crisis, con el incremento de las tasas de interés, aumento de la deuda, fenómenos ambientales, seguridad alimentaria e inflación, se debe habilitar un espacio para emprender un enfoque que coadyuve a incrementar sus ingresos.

En estos momentos la economía popular es el derecho que se debe ejercer en el país, según lo dicta el Artículo 222 de la Constitución de República Dominicana que “reconoce el aporte de las iniciativas económicas populares al desarrollo del país; fomentar las condiciones de integración del sector informal en la economía nacional; incentivar y proteger el desarrollo de la micro, pequeña y mediana empresa, las cooperativas, las empresas familiares y otras formas de asociación comunitaria para el trabajo, la producción, el ahorro y el consumo que generen condiciones que les permitan acceder a financiamiento, asistencia técnica y capacitación oportuna”.

La policrisis nos exige comedimiento, accionar político, privado y social, para no zarandear nuestra propia crisis; requiere de ciudadanos comprometidos por el bien común, donde prevalezcan política de Estado en el medio ambiente; hacer realidad el pacto nacional por el agua; propiciar iniciativas de inversión en el campo, para frenar la emigración y la descampesinización en las zonas rurales; fortalecer con la tecnología los reglones de producción, exportación, capacitando en ciclo corto nuestra juventud para el trabajo y la prosperidad; y contar con un sistema de medición de indicadores financieros y económicos, que demuestren una verdadera justicia social.

Esta década la recomposición de liderazgo en las grandes potencias, está determinada por las políticas públicas a favor de las estabilidad y salud financiera que viven las familias, y los entes productivos, sin que socaven su economía con las avaricias de impuestos para cubrir déficit y restricciones de accesos de los recursos en el sistema financiero, con el incremento de las tasas de interés, para controlar la desmonetización de la economía y el endeudamiento como ocurre en Estados Unidos, Japón y otras economías, que nos llevan a una incertidumbre en la desaceleración de economía mundial.

Una gran armadura para enfrentar esta incertidumbre son las Cooperativas. Estamos conscientes de la necesidad que tenemos de fortalecerlas porque son las organizaciones que actualmente avanzan en el crecimiento sostenible del sistema de la economía solidaria, con el fin de promocionar la ayuda mutua y la interrelación con otras cooperativas, para alcanzar metas y valores comunes, con acciones solidarias, que beneficien a los asociados, familias y las comunidades de forma equitativa.

Presidente Ejecutivo

Cooperativa Vega Real

yanio@cvr.com.do

La economía dominicana en tiempos de poli crisis

Por: Yanio Concepción

En nuestro país otra economía es posible. Para el 2023 se espera un crecimiento del 4,4% en la economía dominicana, según el FMI, debido a condiciones financieras más estrictas, la consolidación fiscal continua y la desaceleración de la económica mundial.

En las recomendaciones del FMI al país, para no realizar una reforma fiscal, el estado acogió la propuesta de Responsabilidad Fiscal, para “garantizar que las finanzas públicas sean sostenibles”, reduciendo la brecha de la evasión y la elusión, ampliar la cobertura impositiva y reducir las exenciones fiscales.  

El Fondo Monetario Internacional (FMI) sugiere a República Dominicana ‘enfocar sus políticas a corto plazo en mantener la estabilidad macroeconómica y financiera y avanzar con las reformas estructurales para impulsar “un crecimiento inclusivo y resiliente”. Este crecimiento es bien llevado por la presidencia después del impacto desastroso de ajuste post pandemia, que incluso tiene a los países de occidente al borde de protesta constante, debido a los elevados índices de inflación, tarifas de los combustibles, precios de los alimentos y otros derivados de los mercados internacionales, cerrado por sanciones de guerra. Debería está abierto a los países en desarrollo, dejar de imponer medidas con acciones de geopolítica y geoeconomía de bloque, las que en nada benefician a países en conflicto fronterizo como la Republica Dominicana.

En un país como el nuestro, dejar abierta la flexibilización cambiaria para atraer capitales sin fortalecer los rubros de las exportaciones en la producción es de alto riesgo. Al parecer el FMI nos está empujando a mediado plazo a una dolarización de la economía, para enfrentar según ellos las “eventuales adversidades” en el mercado cambiario. Así mismo el incremento de la deuda acumulada del Banco Central sin solución a la vista, nos está llevando a la privatización con estándares internacionales parecidos a la FED, y a establecer marcos regulatorios donde la oferta y demanda del mismo Banco sea manejado con autonomía, sin que favorezca la clase política gobernante.

Es importante conocer nuestra economía. Dependemos principalmente del comercio exterior, las exportaciones de bienes y servicios agropecuarios, el turismo y en menor medida del oro, así como de las exportaciones de zonas francas, que conllevan componentes textiles, tabaco, electrónicos, equipos médicos y calzados, siendo estos sectores los pilares de una economía diversificada, y una industria altamente desarrollada teniendo como principal actividad económica el turismo. Debemos ubicarnos en el contexto externo e interno que buscamos planificarnos y desarrollarnos en la económica de sobrevivencia.

Si el sistema financiero nacional es robusto como informan los banqueros, ¿porque el FMI en la última década ha insistido al Congreso Nacional en la modernización del marco regulatorio en cuanto a la supervisión y regulación de mejores estándares internacionales y fortalecer el marco contra el lavado de dinero?

Al sistema cooperativo nos han recomendado seleccionar a las principales cooperativas de ahorros y créditos, con vista a implementar un modelo para fortalecer la supervisión y fiscalización, como una política de Estado, para la transformación del IDECOOP. Sin embargo una parte del sector se mantiene renuente a cualquier tipo de modificación o cambio de la ley cooperativa, pretendiendo mantenerse bajo la sombrilla de la denominada “autorregulación”, huyéndole a las normativas y a dar muestra de transparencia financiera y gobernabilidad, con estándares internacionales, indicadores financieros, de riesgos y lavado de activos.

Estamos a tiempo para conocer la modificación de la Ley General de Cooperativas, a fin de transitar por la competitividad económica más humana y solidaria. Las cooperativas por su crecimiento económico, su apoyo en la organización financiera familiar, que accede al sistema financiero nacional, cumplen la disciplinada financiera, en desarrollo de la economía social y solidaria en el país. Las cooperativas no son bancos, y pretender justificar la “intermediación financiera” actividad que consiste en la captación habitual de fondos del público con el objeto de cederlos a terceros, cualquiera que sea el tipo o la denominación del instrumento de captación o cesión utilizado, no aplicaría en el uso de los fondos de los asociados que es su patrimonio y que se basan en la autoayuda, en principios y valores que rigen las cooperativas. En este contexto las cooperativas juegan un rol comunitario socioeconómico y educativo “primero la gente antes que el capital”, en nueva visión país.

Presidente Ejecutivo

Cooperativa Vega Real yanio@