En el mundo y el tiempo que vivimos la palabra amor se va perdiendo por el afán materialista, la subsistencia egoísta y búsqueda de poder, por encima del ser.
Dos mandamientos son importante ante la pérdida del amor y la religión: el primero es “amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente”, y el segundo es semejante, ¨amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Dice Jesús y añade “De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.”
Si nos declaramos seguidores de Jesucristo y no sabemos amar y perdonar, a que Dios seguimos realmente en este mundo.
El amor es la fuerza más poderosa para vivir en paz en esta tierra de Dios.
YC