El país avanza a paso lento, aunque en medio de un escenario caracterizado por altos niveles de inseguridad ciudadana, lo cual no se justifica en un escenario de crecimiento económico constante, a pesar de que nuestra nación debe prosperar; por lo que no se justifica un nivel salarial tan empobrecedor, a pesar de las riquezas que generan los trabajadores.
Estando la República Dominicana en el mapa de crecimiento económico de los primeros cuatro países en Latinoamérica y con proyecciones a registrar una expansión económica en el 2015 por encima de 4%, lo cual resulta realmente preocupante ante el contraste de que los servidores no puedan mejorar su precarizado nivel de vida.
Con la reducción del barril de petróleo a menos de US$60 dólares, la negociación y reducción de la deuda del petróleo proveniente de Petrocaribe con Venezuela, sitúa el manejo económico del país en una ventaja comparativa. Ahora bien ¿cuánto tiempo durará el periodo del petróleo bajo? Todavía resulta difícil vivir sin petróleo en el mundo, el país está en su mejor momento para aprovechar esta baja y enfrentar la pobreza con medidas estructurales, las cuales implanten justicia para los más pobres, sin caer en dádivas ni clientelismo.
La reelección acompañada de un pacto político nacional, para poder lograr una modificación de la Constitución, constituye otro desafío para los sectores políticos y encauzar cambios a nivel congresional y municipal, elegir lo mejor que les represente, como aspiran los sectores más progresistas, y asumir la propuesta de revertir varias de las disposiciones neoliberales vigentes, las que solo han servido para empequeñecer al Estado Dominicano, empobrecer a más familias y hacer más ricos a las élites.
Los sectores económicos vinculados a la corriente neoliberal deben ser reducidos a la obediencia y respectar el ámbito de las normas y leyes que reglamentan la sociedad, pagar los impuestos que le corresponden, dejar de pretender el control absoluto de cuantas leyes e inversiones promueva el Estado Dominicano, y ser más sensibles con las necesidades de los millones de familias dominicanas que viven en la pobreza material.