Carnaval Identidad Cultural de La Vega
Por: Yanio Concepcion
El carnaval vegano, como una de las expresiones festivas de las carnestolendas cristaliza su tradición en el diablo cojuelo como expresión cultural de un pueblo. Se distingue de los demás carnavales del país por sus caretas antropomorfas, sus lujosos disfraces, cargados de docenas de cascabeles. Sin lugar a dudas es uno de los principales carnavales dominicanos como lo destacan los más importantes folcloristas que visitan cada año nuestro carnaval que culmina con la fiesta patria de la independencia el 27 de febrero.
La historia recoge hechos irrefutables de la identidad cultural de la ciudad de La Vega. No se escapó desde niño el profesor Juan Bosch confeccionando caretas, la participación de músicos, artistas, personalidades y una juventud deseosa de fiesta popular, como lo realizó en el 1897 el músico vegano Juan Francisco Hernández (Fico). Cuando se acercaba la fiesta carnavalesca, con su ingenio creó la comparsa del carnaval “La Culebra de San Juan”, esta culebra bien decorada, y acompañada de artistas, cómicos vestidos de negros en alusión al Congo Belga, se lanzaban a las calles con una enorme culebra, centrando la atención en las calles con su espectacular montaje.
El carnaval vegano toma fuerza a partir del 1906, cuando un grupo de jóvenes se organizan en un Club Juventud, se disfrazan 40 Diablos Cojuelos. Salen a recorrer las calles exhibiendo las temibles máscaras que reflejan la tradición mágico-religiosa de que el Diablo anda suelto en las calles, antes del Miércoles de Cenizas. Estas manifestaciones carnavalescas, fortalecían cada vez más la identidad cultural carnavalesca, y en el 1910 se realizó la coronación de la primera reina del carnaval, su majestad Trina, y la salida de la Culebra de San Blas, con la frase, “Con la oración de San Blas, atrapó el indio a la culebra… mírenle la boca abierta y la lengua colorada”. Esta expresión popular dio paso a la exhibición del primer grupo carnavalesco de Diablo Cojuelos.
Como decía Francois Rabelais, en La Vega, “el carnaval ignora toda distinción entre personajes, diablos cojuelos, comparsas y espectadores. También ignora la escena donde se celebra, es abierta, es libre, alegre, en fin, los espectadores no asisten al carnaval, sino que lo viven, ya que el carnaval está en el pueblo y es para el pueblo. Durante el carnaval no hay otra escena, ni vida que la del carnaval. El Carnaval es la segunda vida del pueblo, basada en el principio de la risa, sin leyes y con libertad, es la vida festiva”.
El gran salto del carnaval vegano se erige desde la década de los años 90 con la propuesta de la organización oficial con el primer Comité Organizador promovido por la UNIÓN CARNAVALESCA VEGANA (UCAVE) en el 1989, lo conformaron los señores Arq. José González, Prof. William Almonte, Lic. Frank Morillo, Arq. Orlando Lora, Lic. Yanio Concepción (Presidente de UCAVE), Lic. Rosmery Peña, Secretaria; Dr. Martín Duquela, Secretario General, avalado por la Resolución No.042 del 6 de febrero de 1989, votada por la Sala Capitular del Ayuntamiento de La Vega, presidida en ese entonces por el Dr. Oscar Contreras García, y bajo la Sindicatura de la señora Gladys García de Jorge, quien autorizó el traslado de la celebración del carnaval desde el parque Duarte al parque Elías Brache (Las Flores) en febrero del 1990.
Así se va conformando el cambio generacional y la identidad cultural carnavalesca, que día transciende la frontera de la República Dominicana, teniendo la máxima expresión cultural popular “el Carnaval Vegano”, y distinguiendo a La Vega en febrero, como una sociedad sin distinción de clases sociales.
La Vega, ciudad de primicias, conjuga la máxima expresión cultural, como resultado de hechos históricos, como el descubrimiento de América, donde los españoles traen sus creencias, religión, costumbres, idioma e instituciones, así como festividades de trascendencia mundial, en donde se expresan todas las manifestaciones folklóricas, artísticas, humanas y se entrelazan las vestimentas multicolores, los cascabeles, espejos y otros símbolos europeos.