Por: Yanio Concepción
En un mundo abatido por necesidades, ser padre representa un gran desafío, incertidumbre y, más que todo, confusión.
El amor a los hijos se manifiesta desde antes de nacer. Soñar con tener un hijo es algo divino. Sin embargo, asumir la responsabilidad de ser padre en una sociedad individualista es desafiante, dada la miseria humana que se profundiza con crisis familiar, social y económica, cada vez más aguda.
En República Dominicana se celebra tímidamente el Día de los Padres. Es grandioso compartir esta alegría cuando se ha cumplido con el deber de procrear, dar amor y servir hasta que duela, sin pensar en el cansancio.
Ser padre es maravilloso. Es un compromiso ante la presencia de Dios-Padre que nos ve guiar a los hijos bien educados y formados para que asuman en el futuro la tarea de ser buenos relevos para una mejor sociedad, más digna y más respetuosa. Ser padre es estar disponible 24/7 para tus hijos. Los padres responsables son dignos de felicitación en su Día.
Ahora más que nunca, que los hijos disponen de tantas herramientas para informarse y educarse, la presencia del padre debe ser de atento acompañante y guía para el bien de la familia y la sociedad. El padre responsable vela día y noche por la salud, el crecimiento y el bienestar de toda la familia. Ser padre hoy es un gran reto de comunicación, soporte y amor. ¡Felicidades a todos los padres ejemplos en la familia y la sociedad!
El nuevo Presidente de la República Dominicana, en estos momentos difíciles, es catalogado como un buen padre que cree en la educación y en la formación familiar. ¡Ojalá pueda interpretar que el país necesita una figura paterna que guíe los destinos de la gran familia dominicana! Hasta ahora, hemos vivido en la orfandad, no ha habido ningún presidente que haya cumplido cabalmente sus deberes paternos. La mayoría se ha olvidado de sus hijos por el poder.
Los padres y los hijos fuimos creados por Dios a su imagen y semejanza y tenemos grandes virtudes y potencialidades que desarrollar. República Dominicana necesita padres responsables para guiar a nuestra gran familia.
YC