Revisión FMI y Concesión Loma Miranda

Revisión FMI y Concesión Loma Miranda

Por: Yanio Concepción

Editorial Radio Santa María

19 de septiembre, 2012

La movilidad social de República Dominicana está matizada por crisis que los líderes políticos deben enfrentar para resolver las calamidades y miserias que afectan tanto a nuestra gente como a nuestro medio ambiente. Desde la Independencia de la República, la lucha fratricida de la Restauración, la dictadura de Trujillo y su ajusticiamiento, la revolución por la constitucionalidad, la Revolución de Abril y los 22 años del gobierno del Dr. Joaquín Balaguer, el pueblo dominicano espera ansioso una movilidad socioeconómica dinamizada por el desarrollo educativo.

Para enfrentar el nivel de pobreza en nuestra nación hay que asumir la visión y el compromiso de que el primer capital que se debe preservar es el humano. Movilizar una comunidad de su hábitat deja pérdidas humanas, materiales y culturales invaluables y no renovables. Cada ser humano tiene un derecho legítimo a la felicidad. El Estado debe administrar para propiciar ese bienestar integral de sus ciudadanos.

Sería glorioso para el nuevo Presidente que, al cumplir su primer mes de Gobierno, dé una respuesta patriótica al llamado nacional por la defensa de Loma Miranda. La marcha desde el Parque Independencia hasta el Palacio Nacional expresó este clamor y los dominicanos conscientes de la trascendencia de esta decisión del Estado esperan optimistas que se revisen los contratos de las concesiones mineras, así como se revisa la economía nacional a la luz de las recetas que impone el FMI.

El Estado no puede asumir ni justificar la remediación ambiental dejada por las transnacionales tras la explotación minera. El pasivo ambiental del país queda gravemente herido y como se evidencia en Loma Ortega, la remediación que hace la compañía responsable del daño ambiental no alcanza a resolver ni el 10% del crimen ecológico que comete. Además, hay daños ambientales que son irreversibles, a pesar de todos los esfuerzos humanos, económicos y tecnológicos que se empleen.

El pueblo dominicano está tomando conciencia de su derecho constitucional. El Partido es el mismo y los funcionarios, en su mayoría, son los mismos, pero nosotros, los ciudadanos, ya no somos los mismos. El presidente Danilo Medina está empeñado en diferenciar su Gobierno con la impronta del rostro humano. A tal efecto, ha creado planes para mejorar la educación, consensuar alianzas con los sectores productivos, pero nada contundente ha dicho sobre la defensa de nuestras riquezas naturales.

Loma Miranda como símbolo de la economía ambiental es una red de montañas atrapanubes que captan el dióxido de carbono, es una mina de agua, de especies únicas en el territorio nacional y el planeta. Miranda es vida que debe ser cuidada y administrada por el Estado para crear una movilidad social amigable con el medio ambiente como el ecoturismo, de manera que la riqueza sea sostenible. El Congreso y el Poder Ejecutivo tienen la responsabilidad de revisar y aprobar las nuevas políticas. ¡Estamos expectantes! ¡Ansiamos una movilidad social, económica y ambiental sustentable! Por eso, ¡Loma Miranda no se negocia!

YC