Cambio de rumbo del país

Cambio de rumbo del país

Por: Yanio Concepción
Editorial Radio Santa Maria
13 de noviembre, 2012

Al parecer los dominicanos no queremos cambio de ritmo ante los caminos que están recorriendo los países que están envueltos en la recesión. Al parecer, no encontramos el camino correcto para enfrentar la crisis ética, el descalabro económico que establecieron los dueños del mundo. Quienes cada día se enriquecen generando pobreza extrema en el mundo, imponiendo su ley y su mercado bursátil, han creado una estación única donde los más pobres del planeta cosechan miserias en abundancia contrario a lo que predica la economía social y solidaria. Administrar los recursos escasos sin afectar el equilibrio del ecosistema de la casa grande es un reto que los líderes del mundo han postergado, maliciosamente.

La revolución que se ha propiciado desde China, EE.UU., Brasil, India, Japón, Alemania es un fenómeno poderoso, megalítico, pero excluyente. La mayoría de los países sobreviven en la marginalidad. Algunos países participan nominalmente, otros son simples espectadores, pero la mayoría no espectan ni aparecen en el mapa del desarrollo. Nuestro país está en el grupo de los ausentes en la clase de la prosperidad por la simple razón de no contar con un Estado erigido sobre una base sostenible y bien definida. La corrupción del sistema económico dominicano ha traspasado los cambios de mandos políticos.

Los cambios seguirán siendo cada vez más bruscos. Estamos sufriendo un sistema amorfo, sin curso claro. La corrupción está produciendo más pobreza. La baja educación  está perpetuando la pobreza de los ciudadanos. La economía se ha declarado como la protagonista de la historia, mientras la educación ha sido relegada al papel secundario. Algunos países europeos están sobreendeudados y se han planteado y replanteado cómo enfrentar la crisis con gastos de calidad, reducción de presupuesto, bajando las inversiones y están más unidos y sumidos en una in definición económica.

En verdad, no se ve en el mundo un sistema estable, una propuesta de cómo salir de la crisis económica y ética. República Dominicana no escapa a esta crisis con un gran hueco fiscal que ha dejado al Gobierno sin discurso y sin recursos para pagar la deuda interna ni externa. El crecimiento económico se ha quedado en la macroeconomía mientras la producción nacional no cuenta con un Estado protector.

Hay que producir un cambio de rumbo. El sistema económico dominicano ha fracasado. ¡El país espera un cambio de rumbo!