Por: Yanio C. Concepción
El movimiento que defiende el Parque Nacional Loma Miranda es consciente de que hacer imperar la democracia en un país antidemocrático es una lucha sin cuartel. Así lo interpretó muy bien el cantautor y diputado Manuel Jiménez cuando asumió el eslogan “Loma Miranda ni se toca ni se negocia”.
¿Por qué no se negocia? Estamos en República Dominicana, donde todo se negocia, cuanto más con una transnacional con poder mediático y económico que arrodilla y ha sobornado a muchos.
Más del 85% de la población lo entendió así y la Cámara de Diputados lo asumió con mucha responsabilidad interpretando la licencia social de docenas de instituciones y los Ayuntamientos de las provincias de La Vega y Bonao que tienen el derecho constitucional de ordenar y proteger su territorio.
Que una comisión del Senado se haya pasado el tiempo jugando con un informe es una travesura de cómo se quiere negociar con Loma Miranda a la vista de un pueblo que observa los pasos de quienes han asumido la política para defender sus intereses a expensas del pueblo.
El proyecto de ley Parque Nacional Loma Miranda ha sido el más debatido en los últimos 50 años de la vida democrática dominicana. Esperemos con paciencia el informe. Sea que se conozca, perima o que se pase al Ministerio de Medio Ambiente y Minería, el pueblo no aceptará otra decisión que no sea preservar Loma Miranda. El alegato de presión, el soborno, la táctica dilatoria no cansarán al pueblo. ¡Basta de jugar a la democracia! El Parque Nacional Loma Miranda no se negocia. Amar a Loma Miranda es amar la vida.
YC