Por: Yanio Concepcion
El incremento del Coronavirus es responsabilidad de cada ciudadano. Se requiere que las personas practiquemos nuevas reglas de convivencia social y sanitaria, para mitigar el efecto del brote y rebrote del Covid-19.
Hoy día, estamos invadidos de ciudadanos irresponsables e indisciplinados que no aprecian el valor ni el respeto a la vida; y unas autoridades de orden público burladas y ridiculizadas, que ponen en evidencia su incompetencia técnico-profesional con la que pretenden organizar la sociedad. Vivimos un desorden mayúsculo de muertes y contagios en el país, por la falta de sanciones a quienes irrespetan las medidas sanitarias establecidas por las organizaciones mundiales de salud y el gobierno.
El escenario en el que actuamos es incierto, traumático, presenta una serie de dificultades que afectan la vida de las personas. Estamos pasmados al ver las faltas de pruebas, los turnos extenuantes en laboratorios, cierre de consultas ambulatorias, falta de camas en unidades de cuidados intensivo, largas filas de espera para que personas sean atendidas en centros de salud, y como si fuera poco, personas que mueren en sus hogares o llegando a las salas de emergencias sin poder ser atendidas.
El aumento de infectados y contagiados por el Covid-19, no se conoce a ciencia cierta. Es incontrolable la situación por la rebeldía de las personas, y estamos llegando al agotamiento del personal médico y de servicios. Todo eso, por el desacato al distanciamiento físico de por lo menos dos metros, la negatividad de usar de forma obligatoria la mascarilla, no cumplir con las instrucciones de lavarse las manos, quitarse las ropas, los calzados y bañarse, antes de ponerse en contacto con la familia.
Es hora de parar el círculo del Coronavirus, rompiendo la confianza y alejándonos de las personas, porque es la mejor medicina para frenar el contagio y muertes futuras. Es una obligación ciudadana y una responsabilidad amar la vida y proteger a nuestra familia, por tanto, tenemos que cambiar la cultura de hablar y saludar, empezando en el hogar y el trabajo.
Esto es mucho más serio, porque mata. Esta cadena de contagio del Covid-19, el único que la rompe eres tú, por eso aléjate, mantén la distancia y no te lleves de la confianza.