Lic. Yanio Concepción
Conocer la historia de la Isla Española con su dictadores y democracia es convivir con una en la diversidad, con diferencias idiomáticas y culturales que nos ponen en una disyuntiva en una Isla de 77 mil KM2 con mas de 20 millones de habitantes, lo cual nos lleva a un análisis en cuanto a cómo entendernos en libertad, democracia, derecho humano y comprensión, con reglas claras en dos países muy mal administrados.
La buena voluntad del presidente Dominicano y Haití, con el acercamiento de un plan de reforestación de la cuenca del Rio Aibonito y la recuperación del pasivo ambiental causado por los bucaneros de la riqueza, quienes tras su paso solo han dejado hambre y miseria, lo cual llama a la atención, para iniciar una acuerdo trascendente entre ambos países.
Dejar al tiempo los conflictos históricos del mal manejo de nuestras relaciones comerciales, migración, ambiental entre otras y trabajar en planes conjuntos para enfrentar una realidad de desigualdades sociales y económicas acumuladas, causada de dictadores sin piedad humana es poner en riegos nuestra reputación como país.
El reciente conflicto comercial nos debe llamar a reflexión como país, porque el mal no duerme, y se ha desatado desafío en el plano comercial con el negocio de los huevos, pollos y embutidos, el cual que puede llegar a resentimientos planificados por una pequeña casta de comerciantes que buscan aprovechar el comercio desorganizado en un mercado popular en la frontera.
Con la suspensión del de comercio informal que desarrolla hace mucho tiempo en nuestra frontera, llama a reflexión seria de poner costo a nuestras relaciones como naciones independientes, para no llegar a ver lo que paso con el Profesor Juan Bosch en su gobierno cuando fue atacada la embajada dominicana en 1963, por secuaces del dictador Duvalier, ahora quien sería el arbitro en el nuevo conflicto para enfrentar la situación en la frontera, por el conflicto comercial.
Es un insulto a las buenas costumbres diplomacias, y no ha habido una advertencia previa a cualquier cierre de la frontera para el bien de las buenas relaciones entre dos países victima de los sectores oscuros del comercio. Como dijo el profesor Juan Bosch “El país que no se hace respetar no tiene derecho a llamarse una nación libre; y la República Dominicana es una nación libre, por la voluntad de sus fundadores y por la sangre de los que la mantuvieron libre y soberana; y lo es por la voluntad de su pueblo, y por la decisión del Gobierno democrático que ese pueblo eligió el 20 de diciembre de 1962”.
Con esto conflicto comercial en la Isla Española esta llegado el momento histórico para trasparentar las relaciones comerciales y de migración entre nuestros dos países. Estamos en el mejor momento de formar una comisión de alto nivel para dejar claro de una vez y para siempre nuestras relaciones como países que convivimos en una misma isla.