Por: Yanio Concepción
Los políticos en agenda de campaña casi siempre se vuelven promesa y demagogia mientras se agiganta el cúmulo de necesidades y aspiraciones del pueblo que espera con paciencia. En desmedro del sistema democrático, aspirantes a cargos electivos sacan recursos del erario público sin ser evaluados y prometiendo lo que nunca van cumplir. Y no por falta del ejemplo que construye.
Para emular está lo hecho por el General Juan Pablo Duarte cuando en su misión en Azua rindió cuenta de su gestión con la asignación de mil pesos recibidos de los recursos del pueblo, sólo gastó 173 y los restantes 827 pesos fueron devueltos a tesorería. Es un valor para ejercer en la clase política dominicana, de todas nuestras organizaciones partidarias.
De un tiempo para acá, funcionarios, y no funcionarios, vienen creando y mostrando fuerzas políticas, moviendo a miles de personas por el territorio nacional, no dan a entender siquiera de dónde proceden tantos recursos económicos para sus movilizaciones. Nadie en esto quiere mirar hacia lo moral y ético explicando de dónde sale tanto poder y riqueza. Nos conviene a todos seguir haciendo nuestro el postulado de transparencia dejado por el Padre de la Patria en su misión al Sur y cuando se empezaba a forjar la nación.
Predicar con el ejemplo debe ser el mayor compromiso de todos en República Dominicana, particularmente de nuestros líderes, para caminar hacia el fortalecimiento democrático de este país que aún mantiene tanta desigualdad; en la justicia, economía, derechos humanos, medio ambiente y tantos otros temas de desarrollo.