Por: Lic. Yanio Concepción
Los males que afectan la República Dominicana tienen mucho origen desde la dictadura y conservadurismo político después del derrocamiento del gobierno democrático del Profesor Juan Bosch.
Los escándalos ocurrido con el robo de drogas en organismos dirección de narcóticos de la policía nacional es alarmante colocando al país en una dirección contraria a combatir este flagelo que es preocupante por el alto consumo que matan el cerebro de nuestro juventud sin piedad y sin recuperación.
La corrupción sigue su curso en los organismo de combate de este mal sin que se ataque desde la raíz, los recursos que produce este flagelo corrupto se reinvierte en grandes torres e instituciones acompañada de lujos nunca visto en el país.
El derrocamiento del gobierno progresista y democrático del 1963 marco descontrol del dejar hacer y pasar este flagelo y la corrupción sin castigo y consecuencia dura, la revolución de abril del 1965 en República Dominicana quiso reivindicar la dignidad de la patria y fue aplastada por los negociadores conservadores que se mantienen el poder a cambio de la corrupción, el trafico y uso de las drogas que afecta la salud emocional y mental de la población que ve en la clase política un porvenir cada vez mas inciertos.
El deterioro de los cuerpos castrenses viene dado de falta de voluntad política y civil responsable manifestada en funcionarios incompetentes y pobre que llega al poder en busca solo complacer sus necesidades insatisfechas.
Todo está hecho a la medida para seguir los niveles de impunidad sin límite de tiempo y dejar pasar el flagelo que carcomen la conciencia del buen vivir de los dominicanos.
Fuimos un frente creado para contrarrestar el sistema de justicia social con el dejar hacer sin justicia responsable todo fue fríamente calculado ahora nos viene la casa encima con este flagelo de la droga, corrupción despenalización del aborto, sin cambio de mentalidad de líderes responsables que asuman principios cristianos para un mejor vivir con Dios como guía.
Lo acontecido con las drogas incautada y robada está llegando al límite de la corrupción de los llamados a poner y actuar con transparencia en el orden público.
Vencer las escorias que dirigen la administración pública y