Sistema Político Dominicano, ¿para qué sirve?

Sistema Político Dominicano, ¿para qué sirve?


Por: Yanio C. Concepción


Desde la fundación de la República en 1844, el sistema político dominicano nació con vocación democrática. Desafortunadamente, excepto en la Constitución, el pueblo no ha disfrutado de los servicios y derechos que implica la democracia representativa. ¿Quién lo  cambió? Hoy día se dice que la Seguridad Social Dominicana ha acumulado más de 248.5 mil millones de pesos, con  2,8 millones de afiliados al año 2013, sin embargo, no ha podido resarcir ni suplir las necesidades de la clase trabajadora en una población cada vez más carenciada.

En los países donde prevalece un sistema político democrático, el bien común es ley. El Estado cumple su rol de proveerle seguridad social, empleo, salud, educación,  servicios públicos, felicidad a la gente. Países como Francia, Alemania, Inglaterra, Noruega, Suiza, Estados Unidos, China, Cuba, entre otros países democráticos, de hecho y de derecho, se respetan las leyes, todos los ciudadanos con iguales ante la ley.

¿Por qué cambió el sistema político de los fundadores de la patria?  ¿Por qué la visión de los próceres dominicanos que lucharon por un sistema  que priorizara la gente no ha logrado continuidad? ¿Por qué desde 1848, el gobernador Pedro Santana cambió el rumbo del Estado dominicano? Es aquí donde entran las falsas políticas neoliberales. Es el nuevo orden del mundo capitalista que legitima centralizar el poder económico de los actores políticos para proteger sus intereses desde la sombra. El sistema neoliberal se rige por las leyes del mercado a despecho de los valores, principios e instituciones colectivas, como la fraternidad, el bienestar común y la asociatividad.

¿Cuál ha sido el postulado de la nación para un Estado Social de Derecho donde cobre vida nuestro lema “Dios, Patria y Libertad”? Cada cuatro años, los representantes políticos electos definen planes de acción para provecho particular, ahondando la brecha de desigualdad con la población más carenciada.

Hace apenas 170 años de la fundación de República Dominicana  y ya no cuentan los méritos profesionales ni la visión política del bien común para una mejor sociedad. La esperanza de una vida mejor se ha quedado en buenas intenciones y en discursos preelectorales. La clase política nacional está permeada por la corrupción, la ambición, el uso y abuso del poder para beneficio personal.

En este mes de la patria es oportuno revisar el accionar de los partidos políticos y de sus representantes. Debemos cuestionar cuál es el sistema económico, político, social y de derecho que queremos y merecemos por ley los ciudadanos de República Dominicana.

El sistema  político dominicano  maneja el país como una marioneta. Los ideales de los Padres fundadores de la nación dominicana y los símbolos patrios solo se usan para adornar campañas y decorar mesas de poder. Es tiempo de izar bandera y gritar ¡que viva la Patria, libre e independiente de todo poder nacional o extranjero que pretenda manchar la soberanía nacional!