Por: Yanio Concepción
Editorial Radio Santa María
1 de octubre, 2013
Ver al país sin visión clara del panorama que nos tocará en los próximos treinta años es preocupante. Vemos a los políticos delinquir ante un pueblo sin educación, con un alto presupuesto para pagar deudas presentes y heredadas y un déficit de energía eléctrica que llena las arcas de grupos en el poder por más de 30 años. Vivimos una democracia de papel, que no representa los mejores intereses de una nación que demanda mejorar todos los servicios públicos.
Sin el combate a la corrupción pasada y presente no tendremos un país confiable ante organismos internacionales, que solo buscan que se les paguen sus intereses y su capital sin importarles el destino del país.
Vivir en un país de caciquismo y caudillismo político y empresarial es democracia de papel, ya que no se toman en cuenta los sueños y luchas de los Padres de la Patria y de los que murieron por un país mejor. ¿Para qué tantos ejemplos de patriotas si sus pensamientos solo se usan como efemérides patrias? ¿Para qué enarbolar escudo, bandera e himno, sin tomar en cuenta su sacrificio?
Con la visión del presupuesto de 2014 tendremos más de lo mismo, sin combatir la delincuencia que nos arropa. Es tiempo de hacer surgir un pensamiento crítico: ¿dónde queremos ir como país? Si nuestras autoridades no toman en cuenta nuestras principales riquezas naturales, si no se planifica el porvenir con recursos humanos calificados para enfrentar nuestras principales dificultades, si no hay un plan de nación, ¿para que un presupuesto?, ¿para pagar deudas y déficit que se fueron en corrupción?, ¿para gastar en combustible y energía eléctrica cara?
A corto plazo, se hará lo que los políticos decidan con los recursos de todos sin tener en cuenta la población que demanda justicia a los corruptos. Pero, es tiempo, antes que culmine el año, de pensar bien en qué país queremos vivir, si en esta democracia de papel o en algo que tenga más peso.
YC