Justicia para los Héroes Dominicanos

Justicia para los Héroes Dominicanos

Editorial 
Radio Santa Maria
18/12/2012

La proeza de los héroes dominicanos se debe recordar como los hombres que han escrito con su sangre la historia de la Nación Dominicana.

Juan Pablo Duarte, nuestro Padre de la Patria, demócrata liberal, ejemplo de transparencia y honradez, quien fundó la  República Dominicana, muere en el exilio por un mandato político conservador y canallesco.

El Padre de la Patria y prócer, Francisco del Rosario Sánchez, penetró  al territorio nacional al frente de una expedición y muere fusilado por un grupo de conservadores dominicanos.
Las Hermanas Mirabal, vil y cobardemente asesinadas por orden directa del dictador Trujillo, aún aguardan una justicia social histórica.

Manuel Aurelio Tavárez  Justo se alza en pie de lucha por la democracia dominicana y muere ajusticiado en las montañas de las Manaclas en San José de Las Matas, hace más de 40 años sin obtener todavía la merecida justicia.

El profesor Juan Bosch, demócrata a carta cabal, exiliado,  derrocado, deja un legado histórico con la formación de los dos partidos más importantes del país y muere, sin ningún tipo de riqueza, solo con el honor de haberle servido al país con dignidad y honradez.

Recordar al Coronel  de abril, fusilado por órdenes superiores del Presidente de entonces, debe llamarnos a reflexión de cómo la política, la justicia y el Estado no han auspiciado ni promovido  un juicio digno a los héroes caídos por la democracia dominicana. ¿Porqué desde el Estado se han guardado tantos crímenes impunes? ¿ Porqué no se devela la historia que, desde hace más de 168 años, ha enfermado nuestro sistema democrático afectándonos a todos y todo con un desarrollo imperfecto: sin educación, sin cultura y sin justicia social?

La democracia necesita un pueblo educado, culto, comprometido con el bien común y, más que todo, con la institucionalización de una justicia transparente.

El Coronel  de abril, Presidente de la República, guerrillero solitario y traiciona que luchó por la constitucionalidad del país nos llama a vivir en democracia, con justicia. No debe quedar impune la muerte de nuestros héroes nacionales, quienes lucharon por esta democracia.

La condena a los responsables de estos crímenes a mansalva por defender nuestra Patria está pendiente, nuestros mártires aún aguardan un proceso que les haga justicia a su heroísmo.

El coronel Francisco Alberto Caamaño fue fusilado por orden directa del Presidente de entonces, quien tuvo la fatídica y cobarde determinación de que este héroe de la democracia dominicana era mejor muerto porque en el país no había cárcel para un preso como él.

Los ajusticiamientos son públicos, no hay imperio de la ley, se hace y deshace con la vida humana. El ciudadano camina con más temor que antes, no hay justicia, la investigación policial selectiva. La falta de autoridad ha paralizado el país por la impunidad.

Incineran el cadáver de un héroe nacional sin la autorización de la familia, sin explicar la causa de su fallecimiento, desapareció el Coronel. Es una falsedad histórica que hay que develar.  ¡Basta ya de encubrir la historia de los héroes nacionales!

Juan Pablo Duarte murió en la pobreza y el Estado dominicano no ha sido capaz de asumir la casa donde murió el Padre de la Patria en Venezuela. La justicia por su destierro y por el de otros héroes nacionales es todavía un proceso pendiente. El pueblo y la historia demandan justicia para sus mártires.

YC