¿Hacia dónde vamos?, Señor Presidente

¿Hacia dónde vamos?, Señor Presidente

Por: Yanio C. Concepción
Para Radio Santa María

El informe que rindió el FMI del diagnóstico económico de República Dominicana, el discurso del presidente Danilo Medina en la ONU y su más reciente alocución en Cádiz, España, en la XXII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno hay que analizarlo profundamente. Es muy importante entender el mensaje y el metamensaje de cada uno individualmente y después confrontarlos como partes de una sola historia.

La buena voluntad del mandatario para encausar el país ante la disyuntiva económica y social frena ante los políticos cómplices de la corrupción que empobrece el país.

El presidente Danilo Medina expresó en la XXII Cumbre que: “La soberanía, como la democracia, adquiere vida y sentido en la medida en que se traducen en mejor calidad de vida para las personas, las familias y las comunidades”. Eso nos suena muy bien a todos los dominicanos. El punto es que la realidad hace tanto ruido que ensordece las emotivas palabras del Presidente.

Con un nivel de pobreza que está por encima del 40% y que, lejos de disminuirla, el gobierno pasado la incrementó, lo que se ve y lo que se espera en el presente cuatrienio es desalentador. El déficit fiscal de más de 187 mil millones, con explicación o sin ella, con medias mentiras y con medias verdades es una realidad incuestionable que gravita y frena cualquier plan de desarrollo personal, familiar o nacional.

Sigue diciendo  el presidente Medina que: “La columna vertebral de este nuevo modelo de desarrollo está en concentrar los esfuerzos en fortalecer  aquellos sectores de nuestras economías con mayor potencialidad de generar puestos de trabajo dignos, entre ellos las pequeñas y medianas empresas, las cooperativas y otras formas de economía solidaria”.

Entonces en qué pie estamos parados ante el informe del FMI para enderezar esta crisis económica dejada por los funcionarios de su partido. Nuestro Presidente insiste en decir que “necesitamos un nuevo modelo de desarrollo que propicie la capacidad productiva de cada uno de nuestros países y el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas, la agropecuaria y la economía solidaria.”

Estos textos son muy alentadores y optimistas. Pero es necesario hacer un pacto de nación y un equipo monolítico que hale para un solo lado, para el lado de construir un mejor futuro. Ante la realidad actual, hace falta mucho más que fe y discursos motivadores.

Estamos de acuerdo con que sin una economía social y solidaria fuerte, el desarrollo es desigual e injusto para enfrentar la pobreza en que están sumidos los dominicanos. Pero, el Presidente está rodeado de un grupo de actores políticos que  se sirven de la corrupción y no les importa empobrecer y embrutecer al pueblo, porque es más fuerte su afán de riqueza que el bienestar y la felicidad de la mayoría de las familias dominicanas.

Señor Presidente, en usted descansan muchas aspiraciones y necesidades de la gente del pueblo que no ha tenido un gobierno responsable. Haga realidad sus palabras en la Cumbre Iberoamérica: “Reiteramos nuestra convicción de que la economía debe estar al servicio de las personas y no las personas al servicio de la economía.”

Para ganarse la confianza del pueblo, el presidente Danilo Medina debe expresar con determinación cómo va a resolver la situación económica rodeado de tres grupos de funcionarios opuestos en algunos puntos y de acuerdo en otros. El primer grupo son los de su confianza, el segundo son los heredados del pasado gobierno y el tercero los que están haciendo turno para engancharse a la maquinaria estatal. Y por otro lado, existe una oposición dividida y una clase media y pobre que reclama transparencia, justicia social y equidad.

El FMI admitió que: “La implementación de políticas se ha deteriorado. El déficit fiscal aumentó significativamente en 2012”. Y cómo se explica esto cuando  “La recaudación fue baja (excluyendo factores excepcionales), mientras que el gasto público primario aumentó casi 40%”. Añadió que “La deuda pública total proyectada llegará a 44% del PIB en 2012” y “En el frente fiscal, la meta debe ser reducir el cociente de deuda pública a PIB”. “La misión exhorta a las autoridades a mejorar la transparencia de las operaciones del sector público y, en particular, a comunicar sus planes de políticas presupuestarias y publicar regularmente informes sobre su ejecución”.

¿Hacia dónde vamos?, Señor Presidente, usted tiene la última palabra ante la situación actual. Usted es el guía de más de 10 millones de personas que esperan su determinación para crear un Estado Social de Derecho Real. Esto se nos puede complicar, hagamos los ajustes ahora, es tiempo de capitanear el barco.

La indignación popular ha calado los diferentes estratos sociales y económicos y ha decidido expresarse con valentía y determinación.  Presidente, entienda los signos revolucionarios de los actuales tiempos. Hay un despertar de la conciencia social que no va a parar hasta remover las viejas estructuras. Presidente, préstele atención a estas voces nuevas y diversas.

Mi país es especial. Sabemos manejarnos en las buenas y en las malas, cuando sentimos que nos tratan con buena voluntad. Señor Presidente, es tiempo de proezas, pero el pueblo no puede ser el héroe ni el malvado. Busque a los villanos y convenza al pueblo de que usted es “harina de otro costal” y si no “que Dios nos coja confesados” ante la situación económica actual.

YC