¡Señor Presidente ¡Es tiempo de proezas!

¡Señor Presidente ¡Es tiempo de proezas!

Por: Yanio C. Concepción

Cuando un país no encuentra en su población un círculo de influencia que lo represente dignamente con memoria de su historia y visión de desarrollo en lo social, empresarial, político, ambiental, educativo y cultural es difícil creer en un cambio real, positivo y sostenible. La promesa del “cambio seguro” ganó. El plan a ejecutar debe considerar a quienes pagan impuestos, producen riqueza, pero no reciben retorno de su inversión en la empresa pública
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Con el nuevo gobierno los dominicanos tenemos muchas esperanzas y muchos sueños que se han tejido alrededor de las promesas y las propuestas del Presidente electo y del equipo alineado y nivelado que lo respalda. ¡Pero ya venció el tiempo de las promesa!. ¡Ya pasó el tiempo de las propuestas! ¡Ahora es el tiempo de las proezas! Ahora falta la proeza de crear un rumbo nuevo con un política educativa, económica, ambiental, de seguridad, energética, que nos garantice a todos los ciudadanos bienestar y dignidad a través de una gestión de gobierno transparente y libre de la corrupción que nos abate.

El escepticismo es el efecto natural de la decepción, pero puede convertirse en causa de una ilusión. La población no conoce los acuerdos a que se ha arribado entre el sector empresarial y político. Todavía no sabemos qué rumbo llevará el barco y hacia dónde vamos a navegar. Pero la esperanza nacional izó bandera nuevamente. El Presidente electo tendrá que romper fila para bregar con las aspiraciones y ambiciones de sus propios compañeros de partido que ya están sorteando los cargos, con el único aval de su currículo.

El próximo gobierno tiene la gran oportunidad y el tiempo ideal para iniciar una nueva generación de niños y jóvenes que piensen diferente, una generación de  emprendedores, dejando atrás el santanismo  que el sector público ha perpetuado para enriquecerse y corromperse con clientelismo. Si queremos ser un país competente y competitivo debemos educar a la población con valores y dignidad incorruptibles.

Las medallas de nuestros atletas Félix Sánchez y Luguelin Santos en las olimpíadas de Londres son una excelente inspiración para inaugurar un cuatrenio de gloria para nuestra rica nación. ¡Qué orgullosos de ser dominicanos nos sentimos con el triunfo de estos jóvenes deportistas! Señor Presidente, ¡qué buen momento para emprender una historia gloriosa! Reciba la antorcha y prosiga la carrera, con la bandera en el corazón y nuestro himno en mente para que, por fin, amanezcamos el 16 de agosto y el resto de los días celebrando el orgullo de ser dominicanos!
YC