Sistema Financiero de las Cooperativas

Sistema Financiero de las Cooperativas

El sistema financiero es el conjunto de instituciones, instrumentos y mercados donde se canaliza el ahorro hacia la inversión, con una participación importante de los intermediarios financieros. Es un sector que permite la movilidad de capitales y servicios financieros. Sirve de movilizador y asignador de recursos financieros y de esta manera promueve un mayor desarrollo económico.

Las cooperativas son sociedades de derecho privado, integradas por personas naturales y jurídicas, que tienen por objeto planificar y realizar actividades de beneficio social y colectivo para sus asociados, a través de una empresa mancomunada.

Las cooperativas de ahorro y crédito son organizaciones creadas a partir de la unión de esfuerzos aportados por pequeños ahorristas, pequeños y medianos productores o proveedores de servicios. Tienen por objeto único y exclusivo brindar servicios de intermediación financiera en beneficio de sus socios, sujetas a normativas, políticas y reglamentos derivados de normas monetarias nacionales e internacionales.
Su objeto socioeconómico es servir a las necesidades financieras de sus socios y de terceros mediante el ejercicio de las actividades propias de las entidades de ahorro y crédito.

Las cooperativas pertenecen al tercer sector de la economía después del estado y del sector privado. Son una modalidad del sistema de economía social y solidaria. La economía social y solidaria constituye un modelo de desarrollo basado en la cooperación y en la ayuda mutua. Es un sistema económico, social, y cultural sustentado en principios fundamentales como: la solidaridad, la cooperación y la democracia como forma de vida y de convivencia humana; la supremacía de las personas y trabajo sobre el capital y la autogestión como forma superior de la participación de los asociados.

La economía social y solidaria es el sector económico más grande del mundo. El 35% de la población mundial está cooperativizada. En países muy desarrollados como Canadá, España, Argentina, Estados Unidos representan el 40% de su movimiento económico.

El cooperativismo nació en Inglaterra en 1844, hace 166 años. A República Dominicana llegó en 1946, hace apenas 64 años de la mano de los sacerdotes de la Orden de los Scarboro.

El cooperativismo no sólo representa una alternativa de vida para las clases más carenciadas, sino que potencializa las fortalezas de sectores productivos a través de alianzas estratégicas bajo la doctrina cooperativa.
Las cooperativas de ahorro y crédito (CAC) en Latinoamérica y el Caribe (LAC), ofrecen sus servicios y productos a segmentos de la población poco atendidos por el sistema financiero tradicional.

El sistema financiero tradicional está orientado a satisfacer necesidades a personas que demuestren solvencia garantizada. De hecho la Superintendencia aplica sanciones a las instituciones que no cumplen con las exigencias de garantías reales o de solvencia necesarias. Es aquí donde las cooperativas ofrecen una ventaja apreciable ya que pueden entregar un servicio distinto garantizado por la solvencia moral basada en el buen cumplimiento histórico de sus socios y evalúa de forma distinta las necesidades de sus asociados.

Una Cooperativa de Ahorro y Crédito es una empresa de Capital Social, formada por los ahorros de los socios. La suma de los capitales de los socios forma su capital social. Los socios también son los clientes, son los que reciben los servicios de la Cooperativa. Los socios tienen la función dual de ser clientes-dueños de su Cooperativa.

En algunos países, las cooperativas de ahorro y crédito que realizan intermediación financiera con el público en general, son fiscalizadas por la Superintendencia de bancos porque están expuestas a una serie de riesgos, a fin de identificar, medir, controlar y monitorear la naturaleza y complejidad de sus operaciones.
En República Dominicana, las cooperativas están fiscalizadas por el IDECOOP, organismo oficial creado bajo la Ley 31-63. La Ley 127-64 las regula y el decreto 623-86 las reglamenta amparadas en los artículos del 217, 218, 219, y 222 de la Constitución de la República del 26 de enero del 2010.

Mantener la autonomía de la gestión basada en valores, el interés social y la verdadera justicia distributiva, aseguran el desarrollo y crecimiento de estas entidades de economía social, que busca soluciones a los problemas sociales y económicos de sus asociados y de sus comunidades.
El sistema financiero cooperativo es más humano, integrador e inspirador en aras de crear juntos un futuro mejor.

El sistema financiero tradicional es conservador, excluyente y tiende a acentuar las diferencias de renta y riquezas. Además consolida la exclusión social de los más desfavorecidos. En cambio, el sistema cooperativo es incluyente y tiende a fortalecer la cohesión social y económica.

El sistema financiero cooperativo actúa a favor de los intereses colectivos, el sistema financiero formal, actúa en función de sus intereses particulares sin dar cuentas a los ahorrantes y sin que estos puedan ejercer ningún tipo de control.
El sistema financiero convencional no contempla posibilidad de financiar algunos tipos de empresas y proyectos. El sistema financiero cooperativo asume la micro y pequeña empresa y los proyectos de desarrollo comunitario como parte esencial de su mercado.

En República Dominicana el sistema financiero nacional controla todos los depósitos que provienen de las cooperativas, en depósitos a la vista, certificados a plazos, cuentas de ahorros, papeles comerciales, entre otros.
Los recursos económicos de las cooperativas son depositados en la banca nacional, por lo tanto, hay un vínculo de dependencia del sistema financiero formal.
La población que no tiene acceso a la banca formal encuentra en las cooperativas de ahorro y crédito una alternativa social y económica, capaz de transformar la pobreza en mejor calidad de vida.

Los recursos económicos que generan las cooperativas, provienen en más de 90% de las aportaciones y de los ahorros de los asociados. Estos se pueden clasificar en los siguientes grupos sociales: agricultores, artesanos, obreros, asalariados, profesionales y otros.

El Cooperativismo de Ahorro y Crédito de República Dominicana es cuantitativa y cualitativamente fuerte hasta tal punto que los organismos Internacionales como el BID y el BM han expresado su preocupación por la supervisión. Dado su crecimiento económico, consideran que las cooperativas de ahorro y crédito deben ser sometidas a la regulación de la ley monetaria y financiera como los bancos. El sistema financiero cooperativo tiene su propia naturaleza diferenciada del sistema financiero tradicional, no debe ni necesita clonar modelos financieros ajenos, sino, por el contrario, consolidar y fortalecer su poderosa marca cooperativa. La principal ventaja comparativa y competitiva de la cooperativa es precisamente ser Cooperativa.

La cooperativa para mantener su competitividad debe enfrentar los retos y desafíos de su regulación, supervisión y gobernabilidad.

Un 9% de la población total dominicana está cooperativizada. La incidencia de la población económicamente activa (PEA) es de 4,204,846 con un impacto de 21% de la población dominicana,

En República Dominicana las 485 cooperativas que operan, generan unos 44,121 empleos directos e indirectos. El 9% de la población dominicana está cooperativizada, aportando un 7% al PIB.

El cooperativismo dominicano en su mayoría están integrada por 238 cooperativa de servicios múltiples en ahorros, consumo, farmacias, 109 cooperativa de ahorro y crédito, 80 agropecuarias, y 58 cooperativas de seguro, transporte, pesquera, transporte, minería, eléctrica, producción y trabajo, consumo y salud.

CUADRO COMPARATIVO ENTRE EL SISTEMA COOPERATIVO Y EL SISTEMA FINANCIERO
Sistema financiero tradicional Sistema financiero cooperativo
▪ Enfocados en el crecimiento ▪ Enfocados en la distribución
▪ Sirven a las macroempresas ▪ Sirven a las microempresas
▪ Sueldos y beneficios lujosos ▪ Sueldos y beneficios justos
▪ Clientes – objeto de mercado ▪ Socios – sujeto de mercado
▪ Alta inversión publicitaria para atraer clientes ▪ Educación y capacitación para adhesión
Voluntaria
▪ Basados en estrategias neoliberales de mercado ▪ Basado en principios, valores y doctrina
cristiana
▪ Medidas más restrictivas para microcréditos ▪ Riesgo calculado en función de solvencia
Moral para microcréditos
▪ Habla de crisis ▪ Habla de oportunidad
▪ Altas tasas de interés en función de las leyes
de mercado. ▪ Tasas de interés justas y rentables
▪ Enfoque urbano ▪ Enfoque rural-urbano
▪ Orientado al consumo ▪ Orientado al ahorro
▪ Beneficios a particulares ▪ Beneficios cooperativizados entre los
socios y la comunidad
▪ Alta rentabilidad distribuida entre pocos ▪ Alta rentabilidad distribuida entre muchos
▪ Enfocado en el individuo ▪ Enfocado en la familia
▪ Globalización ▪ Proteccionismo
▪ Métodos abusivos y represivos de retorno ▪ Método inductivo de responsabilidad
crediticia
▪ Dinerocracia ▪ Democracia
▪ Gestión contable encubierta ▪ Gestión contable ética
▪ Caridad comercial ▪ Responsabilidad social
▪ Oferta de servicios según rentabilidad y leyes
de mercado ▪ Oferta de servicios según necesidad

los asociados
▪ Marco regulatorio complaciente ▪ Marco regulatorio legal y doctrinario

Conclusión

El cooperativismo posee importantes ventajas competitivas diferenciadas del sistema financiero tradicional. Su filosofía institucional, fundamentada en la doctrina cristiana y en principios y valores universales, garantizan su rentabilidad y sostenibilidad con una gestión eficiente, ética y transparente.

La naturaleza social y solidaria de las cooperativas es esencialmente distinta de las entidades financieras tradicionales y, por tanto, ameritan su propio marco legal y organismos regulatorios diferenciados.

El cooperativismo es la mejor alternativa de desarrollo económico para los sectores marginados y su inversión social en la comunidad es su principal ventaja competitiva.

En nuestro país la historia cooperativa, a pesar de sus escasos 64 años en el mercado, ha sido poco conocida y sus aportes a la estabilidad micro y macroeconómica ha sido poco divulgada. Por eso, es necesario socializar en diferentes foros y ante diversos auditorios las bondades del cooperativismo tanto su incidencia económica como su impacto social.

La marca-cooperativa, dentro del sistema financiero nacional e internacional, ha ganado en buena lid una apreciable cuota de mercado y sirve a una población, generalmente excluida del sistema bancario tradicional. Motivada por el gran impacto socioeconómico de estas entidades, la ONU declaró el 2012 como el Año de las Cooperativas.

Nuestra principal ventaja competitiva es preservar nuestra esencia cooperativa, ser intrínsecamente cooperativas, pensar como cooperativas, actuar como cooperativas y servir a nuestros asociados y a nuestro país como cooperativas.