La enorme incidencia del trabajo de los dirigentes distritales y comunitarios en la zona rural y urbana ha sido significativamente impactante en los logros actuales de nuestra Cooperativa. Vega Real, cada año, reconoce esta labor voluntaria y desinteresada de estos hombres y mujeres en pro de su comunidad. No existe remuneración material capaz de compensar justamente la vocación de servicio y el espíritu de cooperación de estos dirigentes a favor de su prójimo.
No hay paga para el servicio que Dios nos pide como cristianos.
No hay paga para el amor al prójimo.
No hay paga para la voluntad de cooperar fundamentada en valores.
No hay paga por construir un futuro mejor para nuestros niños, jóvenes, adultos y familias.
No hay paga por remover los estilos de vida egoístas e injustos y promover una sociedad justa y solidaria.
No hay paga por ayudar a crecer a otros, social, espiritual, educativa y económicamente.
Sólo la satisfacción del deber cumplido motiva y compensa el esfuerzo de este equipo de hombres y mujeres de valor Real.
Los logros alcanzados durante este período han sido grandiosos. Estos resultados que sustentan el éxito pasado no garantizan, en absoluto, el éxito futuro. De aquí se desprende nuestra misión y visión de hacer a Vega Real cada vez más sostenible. El éxito no tiene memoria y caduca en el mismo momento que ocurre. Si no nos reinventamos, si no nos renovamos, si no creamos una nueva fórmula para el éxito presente, el éxito pasado, en lugar de apoyarnos, se convierte en un tirano de la gestión presente. Necesitamos descubrir las claves del éxito para cada etapa presente. Ni el pasado ni el porvenir garantizan el éxito presente. Es el esfuerzo diario, es la calidad en cada evento, en cada decisión individual y en cada acción colectiva, lo que en pequeña o gran escala, hacen sostenible el éxito. El mejor momento para cambiar es cuando lo estamos haciendo bien y los demás lo saben.
Los resultados sociales, económicos, educativos y ambientales de Vega Real en estos 8 meses evidencian el crecimiento sostenido que ha venido experimentando Vega Real en los últimos 10 años. Estar certificados en ISO 9001-2008 refrenda el compromiso de satisfacción a los socios y la mejora continua en todo lo que hacemos operativa y administrativamente.
Al 31 de agosto, los activos crecieron a RD$1,212 (mil doscientos doce millones). La cartera de crédito cerró con RD$949.7 (novecientos cuarenta y nueve punto siete millones), con un total de 23,414 créditos concedidos, para una media de RD$40,563.00 por persona, con una morosidad de 1.13%, la más baja del mercado cooperativo nacional. El patrimonio actual asciende a RD$457.1 (cuatrocientos cincuenta y siete punto un millones) y la membresía alcanza ya los 60,393 socios.
El ahorro de los socios con su peso a peso ha generado excedentes al mes de agosto por RD$40.5 (cuarenta punto cinco millones). Estos resultados explican por qué Vega Real es una institución grande y confiable y nos comprometen a velar por la calidad de nuestros activos para garantizar una rentabilidad sostenible. En el contexto social y económico de nuestro país, nuestra Cooperativa ha asumido el bien común como la misión corporativa de la gran familia Real.
Con el esfuerzo de todos, consejeros, gerencia, dirigentes y socios, 5100 nuevos socios han ingresado a nuestra gran familia Real que junto a las comunidades hemos hecho historia en el cooperativismo dominicano.
Dirigentes sin valores, sin ética ni gobernabilidad democrática, que anteponen sus intereses personales y políticos por encima de su cooperativa han puesto en riesgo la confiabilidad y credibilidad del sector. Dirigentes desaprensivos que asumen posiciones públicas sin considerar el daño que causan al sector cooperativo dominicano, en especial aquí en El Cibao, han llevado a la opinión pública una imagen malsana y vergonzosa de su ejercicio personal. Los buenos dirigentes, que somos mucho más, tenemos que enfrentar con valentía y dignidad esta situación porque no es justo que las difamaciones, injurias y posturas particulares pongan en riesgo la buena imagen construida durante tantos años y con tanto esfuerzo por el movimiento cooperativo dominicano a nivel nacional e internacional.
La valoración y el respeto de los organismos de dirección del cooperativismo dominicano a nivel internacional, FECOOPCEN, FEDECOOP, CONACOOP e IDECOOP en el plano local y de la CCC-CA, COLAC, ACI, CEPES, entre otros, nos llena de orgullo sano, regocijo y retos como empresa cooperativa. El cooperativismo dominicano ha tenido importantes logros reconocidos local e internacionalmente. Hasta el año 2009 existían 517 cooperativas. La membresía nacional alcanza ya más de 900mil socios directos. Esta población cooperativa alcanza un 9% del Producto Interno Bruto, incidiendo en el 17% de la población económicamente activa. En datos financieros, el cooperativismo dominicano cuenta con 18mil millones en patrimonio, más de 32mil millones en activos con un movimiento circulante anual de 65mil millones.
Particularmente, yo me siento muy orgulloso de representarlos a ustedes, dirigentes cooperativistas que día a día demuestran una conducta ética, fundada en los valores cooperativos que predicamos y practicamos. Representarlos a todos ustedes es un honor muy digno. La confianza que han depositado en los Consejeros, en la gerencia y en mí, personalmente, nos compromete a trabajar con transparencia y honestidad inspirados en los valores innegociables del cooperativismo universal.
La mejor cara de nuestro futuro es el trabajo presente arduo, la disciplina y la educación en el ahorro, con autogestión de cambio. En medio de los desafíos que presenta el panorama económico mundial, el cooperativismo local ha fortalecido su gobernabilidad y transparencia a través del manejo eficiente del riesgo financiero. Seguiremos dando ejemplo de unidad, competitividad y responsabilidad en el control y administración de los recursos humanos y económicos de nuestra gran familia cooperativa nacional.